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Como primer material de estudio, se asignó el concreto u hormigón. El concreto, resulta de la mezcla de una cantidad específica de cemento Portland, agua, agregados granulares como arena o grava, más los aditivos que sean necesarios como los plastificantes o retardantes, que implican sustancias químicas intensificando las propiedades mecánicas del concreto. El concreto se caracteriza principalmente por su capacidad maleable y moldeable. En otras palabras, consigue adoptar diferentes formas según los requerimientos e intenciones del proyecto. El concreto se prepara en obra (in situ) por lo cual, se obtiene una contextura que permite rellenar moldes antes de entrar a la fase de fraguado*. Es necesario aclarar que estos moldes deben ser construidos con anticipación y con una forma establecida. Éstos son llamados encofrados o formaletas.

 

Por lo tanto, al diseñar la edificación en concreto, es fundamental pensar con antelación los negativos de estas mismas edificaciones. Además de su maleabilidad, el concreto resalta por sus características mecánicas y físicas: Enfatiza la excelente resistencia a los esfuerzos de compresión, logra adquirir un estado totalmente rígido y lo más importante, duradero con el paso del tiempo. Sin embargo, tiene falencias para trabajar a esfuerzos de corte o de tracción. Es por esto, que, al entrar a la fase de petrificación*, solidificación o también llamado endurecimiento, el concreto se somete a contracciones por enfriamiento y finaliza en fallas, fisuras o grietas.

 

Dicho lo anterior, las obras en concreto tienen que ser construidas parcial y paulatinamente. De lo contario, la obra quedará deforme, agrietada y más porosa. Ahora bien, expliquemos, por un lado, por qué parcialmente. Como se viene informando, el concreto tiene falencias mecánicas cuando trabaja a tracción, por consecuencia, es imposible crear una formaleta total del proyecto, pues lo único que quedaría de la obra sería rupturas y grietas. Así pues, es necesario la realización de varios encofrados continuos pero separados para tener el mínimo de fracturas. Por otro lado, se debe hacer paulatinamente pues como se viene informando, por motivos químicos, el concreto pasa de estado acuoso a solido dentro de la formaleta en un tiempo determinado. Ese tiempo debe ser mínimo de un día para que el concreto explote sus propiedades al máximo.

 

Finalizando el día puede continuarse con los siguientes encofrados. Al tener estas condiciones, la edificación en concreto debe rematar con un numero de juntas*, sin embargo, es decisión del arquitecto, taparlas o dejarlas como elemento de diseño.