ISAZA + LENIS

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La propuesta de este pabellón, cuya materialidad era el concreto cumplía con el deber de poder generar un espacio que fuera apto para la contemplación de un árbol. El árbol escogido fue el Caucho Sabanero, el cual pensábamos que tocaba respetar y entender. Por otro lado, queríamos hacer visible lo invisible, queríamos demostrar la grandeza del árbol, no solo en su tronco y ramificaciones, sino además en sus raíces.  

Para esto, tomamos la decisión proyectual de enterrar nuestro pabellón con el fin de generar un recorrido circular alrededor de las raíces del árbol, las cuales se encontraban contenidas por una gran jardinera de concreto. Además, con el fin de poder crear un espacio de permanencia para posibilitar la contemplación del árbol, se propuso una banca en concreto, diseñada en una formaleta de una sola pieza que tomaba la forma de la circulación circular, la cual se encontraba planteada a partir de 5 diferentes centros.