ACHURY + GÓMEZ

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Para diseñar este pabellón se eligió un sietecueros localizado en una explanada en la zona central del Jardín Botánico. Esta especie de árbol posee un tronco escamado y una flor de color magenta brillante.  El concepto de diseño de este proyecto fue el de experimentar el árbol de diversas maneras mediadas por el pabellón, sin que necesariamente el árbol estuviese dentro del mismo.  Estas experiencias se generaron en distintas fases: primero, a través de la textura del muro curvo de concreto que se asemeja a la del tronco; después, las líneas de luz que entran en los espacios de circulación orquestan un recorrido a través de sus ramas; posteriormente, se llega al centro del pabellón, en donde las visuales enmarcan el follaje del sietecueros y, por último, se contempla el árbol reflejado en el agua desde el segundo piso. De este modo se crea un observatorio para el sietecueros.