Nueva Plaza de Lourdes
El ejercicio tomaba como lugar un sector de Chapinero, inclinado, con poca vegetación y sin tener la posibilidad de tener espacios de permanencia y de circulación inclusiva. El reto, fue llevar cada una de estas cosas al sector, intentado salvar las diferencias de alturas con unas transiciones marcadas por una serie de jardineras que iban acompañadas de unas rampas y escaleras que comunicaban la plaza con el sector.
Para lograr esto, se diseñaron una serie de jardineras cuyas formas orgánicas inspiradas en el urbanismo brasilero de Burle Marx organizaron el espacio y nos permitieron generar y delimitar una serie de espacios, tanto de permanencia como de circulación. Tanto estos espacios, como las jardineras fueron diseñadas en piezas de piedra, en donde la muñeca y la grava fueron las protagonistas.














